El mundo del branding está lleno de historias de éxito, pero también de fracasos que han dejado huella. A lo largo de los años, algunas de las marcas más reconocidas han cometido errores que no solo les han costado millones de dólares, sino que también han afectado su reputación y su posición en el mercado. En este artículo, exploraremos algunos de los errores más costosos en la historia del branding, analizando las lecciones que se pueden aprender de cada uno de ellos.

El caso de New Coke: Un cambio de sabor que no fue bien recibido

En 1985, Coca-Cola tomó una decisión que cambiaría temporalmente el curso de su historia: introducir una nueva fórmula para su bebida insignia, conocida como “New Coke”. La compañía, enfrentando una creciente competencia de Pepsi, decidió reformular su producto con la esperanza de revitalizar su marca y atraer a una audiencia más joven. Sin embargo, el cambio no fue bien recibido por los consumidores leales a la fórmula original.

El lanzamiento de New Coke fue un desastre de relaciones públicas. Los consumidores expresaron su descontento a través de cartas, llamadas telefónicas y protestas, exigiendo el regreso de la fórmula original. En menos de tres meses, Coca-Cola se vio obligada a reintroducir la fórmula clásica bajo el nombre de “Coca-Cola Classic”. Este error le costó a la compañía millones de dólares en pérdidas y daños a su reputación, pero también sirvió como una lección valiosa sobre la importancia de entender y respetar las preferencias de los consumidores.

Gap y el rediseño de su logotipo: Un cambio que no duró

En 2010, la marca de ropa Gap decidió actualizar su logotipo, un cambio que fue recibido con una reacción negativa casi inmediata. El nuevo diseño, que reemplazaba el icónico logotipo azul con letras blancas por un diseño más moderno y minimalista, fue criticado por los consumidores y expertos en diseño por ser genérico y poco representativo de la marca.

La reacción fue tan negativa que Gap decidió revertir el cambio en menos de una semana, volviendo a su logotipo original. Este error no solo le costó a la compañía en términos de gastos de diseño y marketing, sino que también dañó su imagen de marca. La lección aquí es clara: los cambios en la identidad visual de una marca deben ser cuidadosamente considerados y probados antes de ser implementados.

Pepsi y el fiasco de Kendall Jenner: Un anuncio que salió mal

En 2017, Pepsi lanzó un anuncio protagonizado por la modelo Kendall Jenner, que fue ampliamente criticado por trivializar los movimientos de protesta social. El anuncio mostraba a Jenner participando en una protesta y ofreciendo una lata de Pepsi a un oficial de policía, lo que fue interpretado como una simplificación insensible de temas complejos y serios.

La reacción negativa fue rápida y contundente, con críticas provenientes de consumidores, activistas y medios de comunicación. Pepsi retiró el anuncio y emitió una disculpa pública, pero el daño ya estaba hecho. Este error subraya la importancia de ser consciente del contexto social y cultural al crear campañas publicitarias, y de asegurarse de que el mensaje sea apropiado y respetuoso.

La lección de Tropicana: No subestimar el poder de la nostalgia

En 2009, Tropicana, una marca de jugo de naranja propiedad de PepsiCo, decidió rediseñar su empaque. El nuevo diseño eliminó el icónico vaso de jugo con una pajita insertada en una naranja, reemplazándolo con una imagen más moderna y minimalista. Sin embargo, los consumidores no respondieron bien al cambio, y las ventas cayeron un 20% en solo dos meses.

La reacción negativa llevó a Tropicana a revertir el cambio y volver a su diseño original. Este error costó a la compañía millones de dólares en ventas perdidas y gastos de rediseño. La lección aquí es que los elementos visuales de una marca pueden tener un fuerte vínculo emocional con los consumidores, y cualquier cambio debe ser cuidadosamente evaluado para no alienar a la base de clientes leales.

Conclusión: Aprender de los errores para construir un futuro más fuerte

Los errores en el branding pueden ser costosos, tanto en términos financieros como de reputación. Sin embargo, también ofrecen valiosas lecciones para las marcas que están dispuestas a aprender de ellos. La clave está en entender a los consumidores, respetar su lealtad y ser conscientes del contexto cultural y social en el que operan. Al hacerlo, las marcas pueden evitar cometer los mismos errores y construir un futuro más fuerte y exitoso.